Vivimos tiempo difíciles, pero no deben ser lo suficientemente difíciles, como para olvidar que hay gente que todavía está peor…y aun así, su sonrisa
florece cada mañana cuando se despiertan…porque lo más importante para ellos,
es que sus ojos van a ver un nuevo amanecer, una nueva mirada, una nueva
carcajada y quizá un plato de comida.
La corrupción informativa incrementa cada día nuestros miedos,
quizá, a perder lo que un día tuvimos,
sin pararnos a pensar, si aquello era tan solo un espejismo pasajero o la cima
de una gran caída…
A lo bueno
enseguida nos acostumbramos…y lo que en su día fue un extra en nuestras vidas,
hoy lo exigimos como bienes de primera necesidad…viene incluido en la condición humana…
Entonces, dejamos
de valorar el regalo de una palabra, de una mirada…y lo cambiamos por unas
Rayban o una Play…
Quizá ahora
con la que está cayendo volvamos a apreciar los valores más básicos, lo que
realmente es necesario, lo que realmente nos puede llenar, sin condicionar el precio.
Volver a
valorar con el corazón, quitarle el polvo a los sentimientos, ayudar al prójimo
que no tiene ni lo básico y no solo luchar por nosotros, sino por todos.
Porque un
día puedes ser tú.
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