martes, 24 de febrero de 2009

¡LAS MUJERES HEMOS CAMBIADO!


Somos muchas mujeres las que aun no sabemos lo que es el verdadero amor…

Hemos intentado conocer por activa y por pasiva los que podrían haber sido los padres de nuestros hijos.

Hemos ido cambiado el tipo de hombre, más alto, mas bajo, mas joven , más maduro… pero el resultado siempre ha sido el mismo… hemos acabado como empezamos…solas…
Por lo menos nos queda la gran experiencia que tenemos en los fracasos, los consejos que damos a esas parejas que andan mal… si nosotras damos consejos… pero nunca nos lo aplicamos.
Tenemos una trayectoria varonil tan amplia que nuestras experiencias sexuales nos bastan para mirar atrás y reírnos de la situación, o por lo menos deberíamos.



Si nos comparásemos con las mujeres que solo conocen el sexo de su marido, nos deberíamos de llamar barbaras y afortunadas. Nuestra experiencia nos hace comparar, nos hace sentir una libertad sexual que por desgracia en este país todavía esta carente.
Esas mujeres que todavía no saben lo que es un orgasmo, nosotras hemos vivido cientos y distintos todos ellos.
Por todo esto, ¿por qué apenarnos? Para nada. Somos jóvenes, guapas, inteligentes y libres.
Para mostrar que no vivimos inmersas en una tremenda soledad, aquí relato una serie de historias con nombre propio.

Y a vosotras chicas, las que aun estéis pensando, que estar sola es dejar de vivir, os mostraré la otra cara de la moneda. Apartar esas ideas de vuestra cabeza, arreglaros, sonreír y a vivir la vida que son dos días y ahí fuera os están esperando un sinfín de experiencias que mas tarde les contareis a vuestras amigas con el orgullo que se merece.



Desde los tiempos más remotos, el papel de la mujer ha estado sometido a ciertas culturas machistas, sometida a ser madre y esposa. Debido a las distintas influencias que mueven nuestra cultura, la religión principalmente.
En nuestra religión, siempre se ha visto a la mujer como esposa y compañera del hombre, Adán, se sentía solo, y necesitaba una compañera, y creó a Eva. Es la primera aportación que la Biblia nos enseña, el hombre esta solo y pobrecito necesita una mujer. Luego nos muestra a una Eva pecadora, cuyo castigo es parir con dolor y el pobre Adán tentado por su mujer, come de la manzana y su castigo es trabajar con el sudor de su frente.
¿Si la mujer parirá con dolor, porque el hombre no trabajará con dolor? No es que yo personalmente quiera que se trabaje con dolor, pero el castigo no fue muy equitativo.
Creeré o no en esta historia, pero los tiempos han cambiado y con ellos el papel de la mujer ha ido evolucionando, luchando cada día por conseguir la igualdad que por lo menos merecemos.
Poseemos los puestos que merecemos, vivimos una total libertad e independencia, sin necesidad de ser mantenidas por un hombre, a no ser que nos apetezca.
Podemos decidir si queremos ser madres o no, si queremos parir con dolor o sin él. Podemos ser madres solteras, sin necesidad de ser señaladas con el dedo. No queremos ser héroes, sino tener libre elección, independencia económica, y libertad de movimiento y expresión. Lo hemos conseguido en mucho de los casos.
Dentro de nuestras libertades, esta la elección de sí queremos vivir con o sin un hombre. Si quieremos vivir experiencias varias antes de atarnos, o simplemente, sino hemos conocido el hombre de nuestros sueños, la libertad de buscarlo como nos apetezca sin la necesidad de oírnos comentarios retrógrados como, ¡mira que fresca es!



Dónde quedo esa famosa frase publicitaria, de Busque, compare y si encuentra algo mejor, ¡compreló!
Pues lo mismo, si no se encuentra el hombre que nos haga soñar, tendremos que buscar y comparar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo creo , que ya era hora que las mujeres tomasemos el mundo con nuetras manos.
Tenemos el mismo derecho a divertirnos,estoy contigo.
Las mujeres somos ideales.