El otro día me hicieron un regalo, y lo quiero compartir con vosotros.
Es tan bonito e intenso, que se ha convertido en un regalo muy preciado para mí.
Gracias Pepa.
Ahora os lo regalo yo a vosotros.
No puedo darte soluciones
para todos los problemas de la vida,
ni tengo respuesta
para tus dudas y temores,
pero puedo escucharte
y compartirlo contigo.
No puedo cambiar
tú pasado ni tú futuro,
pero cuando me necesites,
estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujete y no caigas.
Tus alegrías
tus triunfos y tus éxitos
no son míos,
pero disfruto sinceramente
cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones
que tomas en la vida
me limito a apoyarte, a estimularte
y a ayudarte si me lo pides.
No puedo evitar tu sufrimiento
cuando alguna pena
te parta el corazón.
Pero puedo llorar contigo
y recoger los pedazos
para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres
ni quien deberías ser.
Solo puedo amarte como eres
y ser tu amigo.
En estos días pensé
en mis amigos y amigas.
Basta que me quieras como amigo. Gracias por serlo.
PRECIOSO.
3 comentarios:
pocos pero, haberlos haylos
Es verdad,es bonito.
lo cojo prestado.
¡gracias!
el poema no está completo...
Publicar un comentario