miércoles, 27 de mayo de 2009

PONGAMOS FIN A ESTE TIPO DE NOTICIAS.








Increíble la noticia que venia escuchando en la radio, camino de casa.
Una nueva víctima de la violencia de género.
Esta vez en Castellón.
Se suma así, a un número, ya preocupante de mujeres asesinadas.
Pero esta vez me ha llamado mucho la atención, que pesase sobre su asesino una orden de alejamiento, que no era cumplida por él, pero tampoco por ella.
Hay un gran número de mujeres, que viven bajo el techo del miedo, luchando por tener una vida tranquila, gozando de la libertad que todos merecemos.
Por el camino se encuentran a un individuo, que les obliga a vivir en continuos giros de cabeza, y lo peor, con pesadillas de un futuro incierto.
Imagino que no es fácil poner una orden de alejamiento al padre de tus hijos, pero tampoco es fácil desde el punto de vista de una persona "normal" ponerle la mano encima a la mujer que amas tanto, tanto, que la prefieres muerta, que en manos de la libertad.
Pero, llegar a pasar miedo, verte envuelta en una paliza, ver a tus hijos sufrir, sentir valentía, y poner una orden de alejamiento…¡Y NO LA CUMPLES TU! Me parece increíble.
La verdad, es que tengo la desgracia de haber vivido un episodio semejante, pero no en primera persona, pero cercano.
Empecé a ver a una amiga con moratones en los brazos, su vida social empezó a menguar, en realidad, su vida, era, del trabajo a casa y de casa al trabajo y siempre acompañada de él.
Un día no soporté más la curiosidad, pues temía que alguien a quien quería, estaba pasando por un momento desagradable.
Al principio me lo negó, pero mis insistencias, al final me dieron las respuestas que me temía, mi amiga estaba viviendo, en sus propias carnes, la violencia de un degenerado.
Estuvimos peleando mucho, hubieron juicios, denuncias, fue muy desagradable, pero si os cuento el final, no os lo creeréis, ella, volvió después de dos años con él.
Me dio una rabia tremenda, pero al fin de al cabo no era mi vida.
Durmiendo con su enemigo, su futuro asesino, lo sabes y lo niegas.
Hasta que llega un punto que no hay marcha atrás.
No entiendo ninguna de las dos posturas.
Uno coarta la libertad y otra quiere ser coartado.
Cuantas mujeres lo intentaron y ninguna pudo salir, y cuantas mujeres pueden, pero temen hacerlo.
Bajo el disfraz del hombre, que dice que te ama, se esconde el enterrador de tus huesos.
Bajo una apariencia, se esconde otra.
Dice que te quiere...sí, ver muerta.
Pongamos fin, no toleremos ni un insulto más, ni una paliza más, ni una muerte más.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A ciertas edades ya nadie cambia.
La posesion es su tesoro para ellos.
Tienen tanta falta de respeto hacia ellos mismos, que es imposible que la tengan con los demás.
Su autoestima es tan baja, que necesitan de la violencia para crecerse.
Es increible, quiza lo tengamos a nuestro lado...que miedo.

Anónimo dijo...

Una lástima que nos estemos acostumbrado a estas noticias

Anónimo dijo...

hay que denunciar, denunciar, denunciar y denunciar....

jaime