EL CAMINO QUE DECIDISTE TOMAR...PARA MI NIÑA

Nemaste.

El día se acerca, quedan aproximadamente dos semanas.
Cojeras tu maleta, meterás la ropa y los apuntes, pero en casa te dejarás los nervios, yo cuidaré de ellos.

Empieza de nuevo el camino que temes, el camino que decidiste coger un día, sin saber si sería corto o largo, un camino de rosas o de espinas. Te metiste sin miedo, sin dudas, ¿Por qué ahora sientes, lo que nunca sentiste? ¿Por qué sientes miedo, si nunca lo sentiste?

¿Has pensado alguna vez en la muerte? ¿La temes? Pues eso no tiene solución, viene cara nosotros sin darnos cuenta y nos deja con la boca abierta y el cuerpo engarrotado…ella no se anda con rodeos, para que temerla, si cualquier sentimiento que tengamos hacia ella, no va a solucionar nada.

Pero el miedo que sientes tú, es distinto, sí puede cambiar las cosas y lo sabes.
Aparta de ti los sentimientos que no te dejan llegar al final del camino, sentimientos que pones tú en forma de enormes piedras, que impiden que puedas seguir adelante, y como si de un juego se tratase, te destierran de nuevo al principio del camino.

Deja tu inteligencia y usa tu sabiduría, tu imaginación, tus pensamientos, visualiza y metete en la situación que temes, escucha como bombea tu corazón, como se acelera, escucha bien lo que te dice, porque solo tú puedes ayudarlo, envíale mensajes de tranquilidad, imágenes bonitas, música celestial, cálmalo, domínalo, una vez lo consigas, como un perro manso empezará a hacerte caso, serás dueña de cada impulso que sientas, serás dueña de ti misma.
Empieza a practicar esos pensamientos, son tan importantes como saberte la lección.
Trabaja la respiración y la relajación, tómate el tiempo que necesites, sin prisas.

Sabes que me tienes para todo, incluso para compartir esos momentos juntas.

El camino tiene varios finales, y solo tú, has de decidir cual quieres.
No pienses en la gente que está a tu alrededor, no pienses en nada, ni en nadie, solo en ti.
La aceptación no debe estar en estos momentos cerca de ti, ni la resignación. Luchas hasta el final como buena guerrera, esto ya no es una batalla, es la guerra.
Una guerra que solo tú, debes combatir, y aunque queramos estar cerca de ti, solo te visualizamos en la distancia, sin poder actuar, es nuestra impotencia, nosotros si debemos aceptar, ha sido tú decisión.

Así que niña de mi alma, estarás en mis meditaciones, bueno, siempre lo estás, pero está vez, te mandaré toda mi energía solo para ti.
TE QUIERO