jueves, 12 de marzo de 2009

HOMBRES...DÓNDE ESTA MI HOMBRE!!!!!!!




Dedicado a esos caballeros de armadura de cereza, hombres de la calle, que van de duros y sobrados y realmente no saben enfrentarse a sus propias vidas.

Cansada de buscar al hombre perfecto, me adentro por las calles de mi ciudad con el propósito de encontrar a un hombre de carne y hueso.

A mi edad, el mercado varonil, sinceramente está muy mal.

Entro en la cafetería de la esquina, me siento, saco una revista sobre economía que me acabo de comprar, pido un cortado con leche natural, abro mi revista para poder disimular.
Voy a hacer un análisis de todo lo que me encuentro.
Sentado en la barra, se encuentra un chico moreno, pelo engominado, lleva tanta gomina, que ni un tornado le movería un pelo. Trajeado, corbata a juego, con las rayas de su camisa y zapatos brillantes. Que os puedo decir de él…habla con aire sobrado, no mira a los ojos, para mí, que miente sobre lo que está diciendo o no le importa mucho la conversación, puesto que su mirada está más atenta al culo de la camarera que de su compañía. No me interesa, a esta clase de hombres les tienes continuamente que recordar lo mono que es, aunque ellos ya lo saben, se lo dicen cada vez que se miran en los espejos. Un yupi con cabeza de Elfo.


Sentado en una mesa, se encuentra otro chico, de unos treinta y tantos, no sabría decirlo con exactitud, sobre la mesa un zumo de melocotón, está leyendo un mensaje en el móvil, o jugando a algún juego. Yo creo que no espera a nadie.
Su camisa está arrugada, y en sus pantalones hay un zurcido.
Diría que aun vive con sus padres…error, si salís con un hombre así, acabareis ocupando el sitio de su madre…¡ está jugando con el móvil!. Un adolescente vestido de misa de domingo y con quince años más a sus espaldas.


Al final desisto, llamo al camarero y le pago mi cortado. Guardo mi revista y decido irme.

Antes de de llegar a la salida, se me acerca un hombre, me pide la hora, yo nunca llevo reloj.
Pero me doy cuenta que entre sus papeles tiene una sentencia de divorcio.


Ufff, que peligro, un divorciado…que os puedo contar de ellos….Y más, recién divorciado.
Os puedo decir que los recién divorciados, vuelven a su época jovial.
Empiezan a salir por las noches con sus colegas y hacen comentarios estúpidos a las niñas de veinte.
Nunca os enamoréis de un recién divorciado, hasta que vuelva a sentar su cabeza, solo pensará en polvos de una noche, ya que se vuelven alérgicos a las ataduras y a la palabra compromiso.
O se quedan rallados, sin un duro y con un cierto odio a las mujeres, ya que todas ellas por un tiempo llevaran la careta de su mujer.


Finalmente decido irme, esta cafetería del centro, no ha tenido suerte y yo, mucha menos.
Mañana, creo que iré a otra y os seguiré contando lo que veo o lo que me cuentan…seguiremos buscando a un hombre de carne y hueso.


Que no se ofenda nadie, si se siente aludido…aunque si se siente….Que se planche la camisa, o que disimule mas, cuando mire el culo de la camarera.
Besitos!




1 comentario:

Anónimo dijo...

me encanta nono....
me veo en todos ellos..los describes tan bien que entro en su piel...
ten cuidao con impregnar la historia con tus paranoyas...dejala limpia...describe con pureza..el yupi bien, el chaval muy bien y el divorciado menos bien....
el final...muy bien
gracias por la dedicatoria del principio...ajaja