lunes, 30 de marzo de 2009

UNA RALLADA

Dicen que la esperanza nunca se pierde, pero a veces es tan difícil, no perderla.
Uno puede confiar es sí mismo, pero los factores externos, son tan importantes como lo que sentimos profundamente.
El choque de polos, mas por menos, menos…con todo esto…los deseos se convierten en humo.
Algo tan frágil como el papel de fumar.
Como odio, una de cal y otra de arena, la paciencia, ser comprensiva…cuando realmente no puedo ni quiero comprender nada.
Soy caprichosa, pues bueno, sí, ¿y qué?
No paro de luchar, pelear, y de momento no saco nada en claro.
Cansada.
Mañana será otro día, pues sí y pasado otro.
Y tú, sin darte cuenta que el tiempo pasa, transcurridos esos días.
Día, noche, penumbra en mi cabeza, visión opaca, pero el ciego sigues siendo tú, no yo.
Mira a tu alrededor y verás que el árbol se apaga
Y aun así sigues despierto.
Confusión en tus venas, sangre en tu cabeza, las flores chillan y las raíces secas
Y aun así respiras.
Pues no es tan malo como parece.
Ni tan negro como lo pintan.
Los deseos se desvanecen como lluvia sobre la marea.
El final se acerca.
Mi cerebro no para de dar vueltas.
Confusión en mis venas y sangre en mí cabeza.

2 comentarios:

William dijo...

Dejate llevar, y lo mejor de todo esque sabes lo q va a pasar. William

Anónimo dijo...

uffff
bravo nono....
confusion, desesperanzaza, dolor, amor,verdad, verdad, verdad, tu verdad....
que bien escribes cuando quieres, cabronaaaaaa¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

jaime, el onanista...