Cierto es que la vida puede ser el escenario de una buena obra de teatro, y el teatro puede escenificar buenas escenas de la vida cotidiana.
El teatro mantiene una relación estrecha con la vida, de no ser así nunca nos veríamos reflejados en sus personajes, y nada resultaría creíble.
Por gracia o por desgracia y a diferencia del teatro nuestras vidas no llevan un guión escrito.
Cada día improvisamos sin saber que va a pasar, eso hace que la vida cobre sentido, porque los miedos, las incertidumbres o la curiosidad que forman parte de nosotros, hacen al mismo tiempo que nos sintamos vivos.
Si por lo contrario analizase la vida como una gran escena de teatro, te diría que deseo ser la protagonista y te nombraría a W. Shakespeare y su famosa frase sobre el teatro y la vida, Todo el mundo es teatro, y todos los hombres y mujeres no son sino histriones. Tienen sus entradas y salidas de escena y cada uno interpreta diversos papeles en la vida, que no es otra cosa que un drama en siete actos.
Pero recuerda que sigo pensando que la vida no es teatro, sino que el teatro refleja la vida.
Uno no puede escribir de algo que no conoce, de ser lo contrario, nada sería lo que es.
kisses
1 comentario:
bueno...me alegro de estar cerca de shakespeare...no conocia la frase, pero me gusta..
nono, no olvides que la vida esta dentro de nosotros y es precisamente el arte lo que nos permite bucear en ese pozo al que dificilmente llegamos de otra forma...tu misma hablas de esa experiencia cuando pintas...
ademas, fijate que no somos una vida...somos muchas....en ese pozo reconocemos tantos personajes como los artistas nos lanzais desde vuestra atalaya a ls pobres mirones...
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