miércoles, 11 de marzo de 2009

EL MAR, COMO LA VIDA MISMA

Me ha encantado tu comentario William, la analogía que has comentado, comparando el mar a la vida, es auténtica.

La vida, efectivamente es como el mar, a veces está en calma y resulta una visión maravillosa y otras veces está enfurecida y llagamos a pensar que no vamos a salir.

Hay muchas maneras de relajarse, tu manera es estando en el mar, para muchos otros es una ver una buena obra de teatro, leer un buen libro, mirar el horizonte, hay miles de maneras, que solo nosotros sabemos aprovechar para calmar nuestra inquietud.

En la vida, a veces necesitamos un momento de calma, para poder analizar lo que está pasando.
Nos encontramos perdidos en un mar de dudas, que no encontramos solución.
Mi opinión, siempre bajo mi experiencia, es no acelerar respuestas rápidas, esperar, no temer que venga la respuesta que nunca quisiste recibir, todo llega, bueno y malo, pero llega.
Porque lo que mata en esta vida es la incertidumbre, no las respuestas negativas.

Así que acabando, y aprovechando esa analogía, espero que tu mar se mantenga en calma, y si por el contrario un día te encuentras el mar bravo, manténte frío y sereno, que cuando menos te lo esperes volverá la calma.

Besitos

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con respecto a lo de la incertidumbre, creo que no es una cosa mala, ( siempre opinare bajo mi criterio y vivencias), sino que creo que es algo que nos hace sentir vivos. En unos casos supondrá una fuente de alegría, mientras que en ocasiones será una fuente de preocupación. No obastante es algo que nos indica que seguimos en pie. Me viene mientras que he leido lo que as puesto la famosa frase que dice algo así como "El miedo es lo que nos hace sentir vivos". Supongo que es verdad, ya que cuando estamos preocupados o tenemos miedo ante algo o alguna noticia sentimos, pensamos, analizamos... lo que si que es cierto que el dia que dejemos de sentir será preocupante, ya que será sintoma de que estamos muertos. Por lo tanto tener miedo pienso que no es algo que sea malo, sino todo lo contrario, es una señal de nuestro cuerpo de decirnos que ahún estamos vivos. Como siempre a tu servicio, William.