EN BUSCA DE HOMBRE POR LA RED

Hoy he decidido escribir sobre el amor por Internet.

Si pongo la palabra pareja en el buscador, me salen miles de enlaces relacionados con este tema, miles de empresas dispuestas a encontrarnos las parejas idílicas, las que más se asemejan a nosotros.

Y si cuento los miles de chats, foros….

Yo lo veo genial que muchas parejas se hayan conocido por aquí.
Teniendo en cuenta que pasamos mas tiempo en nuestros trabajos y nos obcecamos cada vez mas en problemas cotidianos, no nos queda tiempo para conocer personas.

Un día para probar, me apunté a una. Puse mi nombre, mis gustos, me describí y le di a aceptar.
A la media hora ya tenia miles de parejas dispuestas para mí.

Apreté en varias de ellas, vi su profesión, su descripción física, sus gustos, etc… os puedo asegurar que durante unos días me enganché.

Al principio pensé que todos esos hombres tendrían algún tipo de problema al estar ahí, o serían feos, gente que no había encontrado a nadie de forma "normal"…me equivoqué, son gente como yo…hombres que o no tienen tiempo para conocer chicas, o que por la misma curiosidad que yo se habían apuntado o simplemente gente que se siente sola y necesita conocer a más gente.

Me pareció una forma sencilla de tener una cita.

Luego me metí en un chat, también para probar…uff eso si que es otro mundo, gente de todo tipo. Chicos y chicas en busca de sexo esporádico, gente en busca del amor verdadero, gente que simplemente quiere hablar, pero en su gran mayoría chiflados que te llegan a ofrecer dinero por una mamada…increíble.

Es tan fácil cuando te sientes sola, cuando el silencio de la casa cae sobre tu cabeza, entrar en este tipo de juegos…pero puedes caer en la trampa del idealismo.

Hablas con Luis28, te dice que es moreno, 180 cm de altura, complexión fuerte, abogado…un bombón en tu imaginación, porque claro, ya te lo has imaginado.. Empiezas a entablar una conversación con él. Le cuentas tu vida, como eres, tus aficiones, tu trabajo incluso donde vives.
Al final acabas quedando con él en la terraza de un bar, Luis llevará una camisa roja, tu una blanca.
Cuando llegas al sitio citado, te encuentras con que Luis, es alto, moreno, enorrrrmeeeeee, y que no acabó derecho…los minutos no pasan, es un tío agobiante, lejos del hombre imaginario que tenias en la cabeza.
Y cuando le dices, ya hablaremos, sabes muy bien que vas a borrar su teléfono.

También puede ocurrir lo contrarío, que cuando llegas a la cita, Luis es el hombre que imaginabas…pero tu… no eres la que él tenía en la cabeza, y claro, te quedas echa polvo cuando pasan los días y tu móvil no suena…ley de vida mona.

¡O quizá os gustéis!

Como ha cambiado la historia, todos los avances que tenemos a nuestro alcance, la comodidad de hablar por un ordenador…si mi abuelo levantase la cabeza, pensaría que esto es brujería…