RELATO. LO QUE PIENSAS QUE PUEDE SER UN FIN..ES SIEMPRE UN COMIENZO

Abrió la puerta y salió de casa a comprar un paquete de tabaco.

Ella le esperaba sentada en el sofá, pensando si las cosas se arreglarían.
Por lo menos habían quedado para cenar juntos y hablar del tema.

Pasaron las horas, las agujas del reloj llegaron a dar vueltas enteras, ella sumida es la confusión decidió ponerse el pijama y controlando su rabia se fue a dormir.

La puerta se abrió, él apareció con total tranquilidad, con el típico argumento, de que necesitaba pensar. Ella no podía más con esta situación, su corazón se alteraba y ya no sabía si lo quería o lo odiaba.

Él se acostó a su lado, sus cuerpos, ni se tocaban.
Pasó la noche y llegó la mañana.

Las miradas se cruzaban, pero ninguna palabra salía de sus bocas. Ella preparó el café, como lo hacia todas las mañanas. Ocultaba su tristeza, aunque ya no le quedaban lágrimas por soltar.
No hablaba por no ofender, pero siempre era ofendida.
Llegó a sentirse la culpable de la situación, pensando que su carácter era demasiado complicado, y que la losa de su pasado estaba rompiendo su matrimonio.

La angustia era mas que insoportable. La cabeza daba vueltas sin parar, produciendo la misma sensación de mareo que una borrachera.

Él seguía culpándola de todo, sin piedad, pero ninguna razón le hería tanto, como la propia situación.

Aún así él le dijo que necesitaba tiempo para pensar, y ella con la calma que hacia mucho tiempo que no tenía, le puso las maletas sobre la cama, respiro hondo…y le dijo.
Tú, necesitas tiempo… pero yo, necesito volver a sonreír.

Así, que mientras él llenaba las maletas, ella, se llenaba de fuerza…se alejaba la criptonita que le quitaba la vida, aunque no se dio cuenta hasta mas tarde.

Se volvió a abrir la puerta…él salió con sus maletas, pensando, tal vez, que algún día volvería.
Ella cerró la puerta…pensando…que su vida no había acabado….Si no que su vida estaba a punto de empezar.