lunes, 16 de marzo de 2009

RESPUESTA A MI ANÓNIMO...


Respecto a uno de los comentarios de hoy, he de decir, que tiene fuerza, sí señor.
Y por ello, merece que sea comentado.

Ni digo, que debamos vivir por amor al arte, ni que debamos vivir, porque hemos de vivir. Solo digo, que quedarse atascado en el pasado, es una pena, porque lo pasado, pasado está y por mucho que pensemos o deseemos, nada va a cambiar. Y respecto al futuro, simplemente ocurrirá. ¿Por qué pensar en algo que todavía no ha ocurrido?

Deberías saber que el arte es el reflejo de la vida, lo que sentimos, la plasmación de personajes, pinceladas o letras, pero vivir la vida, es distinto.

La vida no es una obra de teatro, ni un cuadro, ni una escultura.

Yo te puedo explicar lo que yo siento cuando pinto y te puedo decir, que la pintura forma parte de mi vida.

Aun estando lejos de mi propia vida, la pintura, es mi motivación.
Cuando coloco el lienzo en blanco y siento ya, el olor del aguarrás, una fuerza interna me posee, empiezo a liberar energía poco a poco.

Acaricio el lienzo, pongo entre mis dedos el carboncillo, y sin llegar a pintar, dibujo en el aire las formas que luego quedarán plasmadas.

Los primeros trazos no llevan sentimientos, son débiles, pero a medida que dibujo, un cúmulo de energía empieza a recorrer mi cuerpo, los trazos empiezan a ser gruesos. Cada vez, aprieto mas el carbón. Se deshace en mis dedos y no dejo de rallar hasta que solo dejo las huellas de mis dedos plasmadas en lo que un futuro será mi cuadro.

Ahí empieza el arte.

Las pinceladas le dirán al mundo como me encuentro, los colores serán mensajeros de los sentimientos. Negros, rojos y blancos, expresaran que me estoy muriendo por dentro. Qué algo merodea por mi cabeza, en forma de tristeza y nervio. Pintaré con rabia, dando golpes como si de un tambor se tratase, apretaré el pincel con fuerza, hasta que una lágrima consiga que deje de pintar.

Ahí respiro muy hondo y noto, que me he relajado.

Por el contrario, si mis colores son suaves, reflejan mi tranquilidad, mi serenidad, las pinceladas, llevan movimiento como una partitura. Si sonase, sería un vals tranquilo de Shaykosky.

Pero reconozco que mis cuadros tienen vida cuando realmente siento locura, cuando se apodera de mí la fuerza del corazón. Me dejo llevar. Que salga lo que salga, porque gracias al arte, mis cuadros revelarán como me siento, pero guardarán el secreto del por qué.

Con ésto, te quiero decir, que el arte de la vida, es mucho más que un cuadro.

Así que amigo mío, disfruta de tu vida como disfrutarías viendo una obra de arte, teniendo en cuenta, que ese cuadro permanecerá a los ojos del mundo, ese libro volverá a ser publicado, esa obra representada, pero tu vida, no permanecerá inmóvil en el transcurso del tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

haz una prueba nono...
quitale el arte a tu vida...dejala sin la pintura, la literatura...
ahora dime lo que queda..

que la vida no es una obra de teatro?? puede ser...pero que una obra de teatro es la vida..tambien...dime: cual es la diferencia entre ambas cosas??